Me dijeron que ya no había esperanza, que todo estaba perdido.
Me habían contado que todo esfuerzo se iría al olvido.
Mencionaron que ya no quieren más tristezas,
es muy doloroso enfrentar todas estas querellas.
Preferimos quedarnos con la idea de la desesperanza.
Quedar con el dolor de la situación real por mas que duela.
Lo que traíamos eran metas, eran sueños.
Pero los jefes del mundo, los dueños del mundo, los destruyeron.
Y crecieron nuestros miedos, pero no creció la indiferencia.
La indiferencia que pasó a ser la mejor amiga de la humanidad.
¡Una humanidad que olvidó su historia y su identidad!
Quisiera saber si te has preguntado, cual es nuestro rumbo, que será de nosotros.
Y unos prefirieron no escuchar, otros prefirieron ofenderme, otros prefirieron solo oír.
Posiblemente algunos no se han dado cuenta de que algo no está bien.
En el mundo de la codicia, es válido que se coman unos a otros.
En el mundo de la destrucción, está bien que unos cuantos decidan la vida de millones.
Cuando creí que me quedaría en silencio, alcé la voz.
Grite de desesperación, decepción y tristeza ¡qué pasa con nosotros!
¿Es que acaso no vemos lo mismo? ¿No vemos al niño que llora y muere de hambre?
¿Es normal no sentir nada y voltear la cara como si no fuera un ser humano?
¿Qué somos? A como está el mundo ya no somos humanos.
Mientras exista alguien que grite a los cuatro vientos por una injusticia, valdrá la pena.
Aunque sola una persona persista la lucha de quienes han dejado a este planeta para que se viva en la miseria, será nuestra lucha.
Donde se recuerde que el espíritu ayuda a mantener la esperanza de despertar conciencias, habrá resistencia.
No seamos los causantes de mantener vivo este sistema.
Javier Valdivia
"Y cuando ya todos los demás aceptaban la mentira impuesta por el partido -cuando todos los informes decían lo mismo- entonces la mentira se introdujo en la historia y se hizo verdad". George Orwell: 1984. Bienvenido a un Blog Políticamente Incorrecto, donde la información es incómoda y te permitirá cuestionar el orden establecido.
Bienvenidos a Derrumbando los Muros del Sistema
Desde que nacimos hemos sido manipulados, educados para aceptar los dogmas que han regido la sociedad. Esos dogmas son múltiples: ideologías políticas, religiones desviadas, historia oficial manipulada; todo con la participación de gobiernos coludidos con el sistema.
Bienvenido a un Blog Políticamente Incorrecto. Un espacio donde diremos información incómoda para quien esté manipulado. Pero quien esté interesado en abrir su mente, le brindará otra perspectiva de la realidad dominante.
Gracias a ustedes se difunde la información. Les agradecería compartan el Contenido aquí Ofrecido.
sábado, 16 de julio de 2011
sábado, 18 de junio de 2011
Hipótesis de un Cambio Personal
Hay una hipótesis no comprobada, que menciona que si todos cambiamos personalmente, cada uno, eso generará una ola de cambios a nivel exterior. Lo cito porque es una ideología que corre últimamente en una cantidad considerable de personas, desde jóvenes hasta adultos mayores.
En la vida cotidiana muchos individuos se han visto agredidos y criticados verbalmente por otros iguales, destrozando ideales, proyectos, propuestas, porque estos consideran que las personas no tienen el derecho de crear algo en contra de lo ya establecido. Por decir algún ejemplo tenemos el caso de la cantidad de personas que han decidido tener dignidad y exigir a las autoridades que hagan su trabajo, que los impuestos que nosotros pagamos lo inviertan de manera adecuada y no en despilfarros, pero estas mismas personas se verán enfrentadas contra los que les tiran de huevones, de mantenidos, y que "cambien primero ellos antes de exigir". Esa es una lógica muy infundada en los interiores de un frágil cerebro.
La ideología del cambio personal, no está del todo mal, pues es básico y fundamental en todos los procesos de concientización, pero este no debe quedarse solo ahí. Los cambios siempre han comenzado con uno mismo, mas si te centras en ese cambio personal todo el tiempo, otros transformarán el mundo y los horizontes.
La creencia del cambio único como vía única (válgame la redundancia) para detener el caos es limitada y miope. Utilizando el sentido común (aunque el sentido común sea el menos común de los sentidos), si yo dejo de tirar basura, de comprar piratería, ¿ya todo se transformará? Si varios los hacen ¿ya todo cambiará? Si sociedades enteras lo hacen ¿todo será como se espera? Talvez nos falta algún cabo suelto que no se esté tomando en cuenta. Aclaro antes, que no es que esté de acuerdo con la piratería o tirar basura, esas actitudes son dañinas en cierta proporción y queda en la conciencia de cada quien que lo practica. Sin embargo esa ideología solo da el peso de la responsabilidad a la base de la sociedad y no al Estado y socios, como si el gobierno y sus socios no fuesen interventores de la pudrición de los valores, del humanismo, de las organizaciones.
Si bien es cierto que la sociedad debe de cumplir con su papel en la estructura compleja de organización en la que estamos, desde luego cada sujeto tiene responsabilidad en la situación actual, no exento a cada gente que no se ha molestado en voltear a su alrededor y preguntarse si todo está bien, sin cuestionarse lo que nos presentan cada día los periódicos, la televisión, la radio, los infomerciales del gobierno. Es más fácil creer que investigar. Es obvio en que el exigir está el cumplir.
Hay una coincidencia en esa manifestación de actitudes y una correlación entre ellas mismas, van de la mano: la pasividad, la indiferencia, el individualismo, la ceguera. ¿Alguien aferrado en su individualidad podrá hacer algún cambio? Es muy dudable. Curiosamente los medios de comunicación masivos son los principales difusores de esa idea. "Cambia tú, tu tienes toda la culpa de la sociedad tan quebrantada en la que estamos", frase celebre y no tan silenciada de los medios y la élite. Mientras tanto a ellos les importa un bledo tu cambio personal, ya que ellos siguen saqueando las riquezas, siguen contaminando la naturaleza con sus industrias incontroladas, siguen causando crisis económicas, siguen explotando trabajadores, siguen haciendo guerras, siguen lucrando con tu fe, siguen riéndose detrás de ti y en frente de tu cara. ¿Quienes son ellos? Delincuentes de cuello blanco, banqueros, políticos, empresarios, jerarcas eclesiásticos. Ellos temen cuando alguien ha despertado.
El cambio personal debe ser proporcional a las acciones que se generen, acciones colectivas e individuales. Hasta ahorita no hay prueba alguna que nos asegure que si yo me encierro en casa y digo que cambio, eso ya transformará el exterior. Lo que sí es cierto es que si llevamos el cambio a acciones concretas, a nivel individual, grupal y colectivo, habrá movimientos y cambios profundos.
Javier Valdivia
martes, 17 de mayo de 2011
Tendencias de una Era Moderna
Se presume que estamos en la era moderna. Una era que ha prometido vanguardia e innovaciones, un futuro comprometedor y brillante. Una era que fabrica sueños y anhelos, complica fantasías y a veces las hace polvo en un abrir y cerrar de ojos.
Los avances tecnológicos, la globalización, las fronteras sin límites son el motor de los cambios que no podemos detener. Todo está lleno de dinamismo que sin darnos cuenta somos parte de ello, no escapamos de las redes interminables que se han venido presentando.
La modernidad nos muestra un mundo de artistas millonarios, el sueño americano, el éxito rotundo en la meta por tener todo el dinero posible para "vivir bien". Nos mencionan que una vida plena es utilizarla para obtener bienes materiales, en comprar un auto, una casa, joyas, prendas, aunque desperdicies toda tu valiosa vida en logros que para algunos podrán ser inalcanzables.
La tendencia de la era moderna es materialista, que se traduce en dinero. Figura caracteres específicos de consumismo. Se apropia de las emociones humanas y las vende, es el mensaje de la vanguardia: todo tiene un precio.
Los valores materiales son un factor que incita las ambiciones, las actitudes más nefastas, las visiones más insignificantes, los valores más mundanos. El valor que le damos a lo material supone llenar nuestros huecos como personas, supone eludir que el principal objetivo de la raza humana es la propiedad, todo se traduce a un vacío material, pero a parte de eso, vacío espiritual, vacío mental.
Traté de encontrar las victorias y logros de un tiempo que nos habla de ventajas y de una felicidad incompleta. Me dí un paseo por la realidad y me encontré con gente que aún se muere de hambre en pleno siglo XXI, donde los monopolios controlan la producción de los alimentos básicos. Observé que los productores prefieren tirar la comida para no perder ganancias a sabiendas que a unos cuantos minutos se encuentra una comunidad con pobreza extrema.
Los comienzos del siglo XXI han sido la continuación de diplomáticos hipócritas, relaciones internacionales para decidir las políticas económicas que seguirán llenando los bolsillos de nuestros mandatarios político-empresariales. Estos inicios del siglo se han perpetuado las guerras por la paz, matando a inocentes, las potencias matan gente para salvar a las naciones. Unas instituciones deciden la dirección económica; el FMI; el Banco Mundial, el BID, dicen conocer las fórmulas para acabar el hambre y la pobreza. Llevan decenas de años creando las agendas de los Estados soberanos y el resultado ha sido: más humanos como tú y yo que durmieron sin algo en el estómago, mientras que otros tantos más se ríen de nosotros.
En la era del consumismo como icono y base de vida, nos presentan necesidades inútiles, nos inculcan por medio de la televisión y la mercadotecnia el gusto por lo profano, lo temporal. El orden de la vida la transforman en nada, en simples individuos utilizados para pelearte por una prenda, por el mejor auto, por el reloj más caro. ¿Eso seremos, sencillos objetos de consumismo?
Veo en muchos el vacío humano, la felicidad temporal que un artefacto le da a una persona. Creemos que la vida así debe de ser (los llamados paradigmas de la modernidad), nos han hecho creer que tu vida está completa teniendo todo lo más que puedas; el trabajador moderno es el esclavo moderno. Esclavo de sus deudas, del estrés del sistema monetario, esclavo de un trabajo que te absorbe, que es dueño de tu tiempo. Siendo una ficha desechable e intercambiable.
Al sistema no le funcionas si no produces y si te atreves a desenmascararlo, serás catalogado como un fracasado, un mediocre, consecuencia de una forma de pensar que nos dice que para llegar a ser algo o alguien debes adecuarte a las órdenes de la élite político-empresarial-eclesiástica. Esto es parte de esa modernidad: produce y mantente callado, consume y simula que eres feliz. El sistema prolonga el individualismo como ideología: si yo estoy bien lo demás no es importante.
Con las tendencias de la actualidad nos olvidamos del humanismo, de la caridad, la solidaridad; valores en sí. Olvidamos el contacto con lo interior y lo exterior, de nuestro papel como seres sociales, políticos y espirituales. Prevalece la comodidad. Dejamos nuestro papel, de nuestra ubicación en el universo y el complejo planeta Tierra, así como su orden. No tomamos conciencia de la devastación de nuestra naturaleza, ¿qué somos sin la existencia de la naturaleza?
La era moderna es el vacío humano, es la ruindad de una forma de vida que nos ha ido matando y acabando, nos somos indiferentes, parece que algunos ya no saben quienes son, trae como consecuencia la pérdida de la identidad, de la esencia del espíritu y la conciencia. Esta era no es lo que parece.
Dejo en claro que: nada de lo que tenemos es realmente nuestro. Estaremos en la era moderna cuando los gobiernos prefieran salvar a sus pueblos que a los bancos millonarios, cuando ya no haya humanos que se mueran de hambre.
sábado, 7 de mayo de 2011
Video La Indiferencia
Comparto el escrito de La Indiferencia editado en Video.
Como había mencionado: La Indiferencia es un daño, nos sigue dañando.
Difundan y compartan.
También es nuestra responsabilidad pensar y actuar.
Está en nosotros.
Como había mencionado: La Indiferencia es un daño, nos sigue dañando.
Difundan y compartan.
También es nuestra responsabilidad pensar y actuar.
Está en nosotros.
domingo, 24 de abril de 2011
La Indiferencia
La indiferencia es dolor, es marginación,
es una actitud vana que nos ha llevado a la destrucción,
es el modo de vida, donde se menciona que no se pasa nada,
la viva tristeza reflejada en la agonía.
La indiferencia es el control y la sumisión,
reflejo activo de egoísmo y desesperanza,
fuente de penurias, asombro y distancia,
es la irresponsabilidad de la humanidad.
La indiferencia está latente, es traición,
semilla abominable de la dominación,
es el flujo de emociones cerradas y pensamiento frío,
es el rojo vivo de aprovechamiento del sistema.
La indiferencia es diversa que traspasa variables,
los horizontes de lo social, lo político, lo espiritual, lo mundial,
es la que ha cometido parte mayor de las atrocidades,
ha sido la construcción de todos nuestros males.
La indiferencia la he visto desde que nací, también lo sentí,
y cuando vi que alguien pretendió derrumbar ese muro de suciedad,
fue quebrantado, humillado, rechazado, detestado, desaparecido,
fue motivo de burla para el próximo ingenuo.
La indiferencia resultó ser opio y apatía,
resultó la cascara especial que embrutece a la mayoría,
ha formado cráteres de crisis por el individualismo,
ha hecho creer que nada se puede realizar por este hermoso mundo.
La indiferencia es nuestra propia rendición,
es la manera segura de llegar a nuestra flagelación,
una dependencia al sistema que nos ha ido robotizando
resultado óptimo y absoluto de desinformación y ceguera.
La indiferencia es flojera mental, espiritual y física,
es diseño de un bloque que nos ha aislado de la realidad,
es la inducción falsa de valores poco humanos,
es una toma de lo inconsciente que es la sociedad.
La indiferencia es ser parte del entorno mitómano,
es ser participes de las mentiras, de la ruindad, de la injusticia,
es suponer no ser víctimas de un silencio perpetuado,
es ser parte de este orden que nosotros mismos hemos ayudado a prolongar.
La indiferencia es útil para el orden establecido,
le funciona a quienes deciden el rumbo de nuestros destinos,
sigue callado, para ellos el silencio es el arma perfecta,
tu sigue simulando que todo va bien con ese veneno: la indiferencia.
Javier Valdivia
domingo, 17 de abril de 2011
No Quiero que me Impongan un Mundo Falso
Yo no quiero que me impongan un mundo,
necesito ver varios universos,
yo que desde que estoy enfadado por lo que veo,
lo que sigue es la incomodidad de lo que siento.
Lo trivial, la cotidianidad, la fórmula de la paz,
es la fórmula de lo inhumano, individualismo superior,
lo abstracto, las conspiraciones son la burla del ahora,
no se entiende que quieren que no pensemos, que no expresemos.
El dinero, fruto del egoísmo, substrato de vacío,
es la ley que rige es diverso y raro mundo,
ya que muchos se mueren de hambre si no tienen una moneda,
resultado de una forma de vida que mata.
No se diga de lo que se ha creado para llenar nuestra crisis,
lo mismo, ya lo sabemos: modas, farándula, entretenimiento,
política barata, religiones corruptas, guerras sin sentido,
una fuente estremecida del sexo retorcido.
Me reporto como el individuo que no ha entregado su razón,
me presento como el espíritu que no ha cegado su corazón,
me distingo como la mente que no ha dejado su conciencia,
me formo como el ente que no ha dejado de ser humano.
El tiempo se ha declarado nuestro peor enemigo,
que conjunto con el sistema han ideado una plan siniestro
de proporciones inimaginables que hasta dan risa,
pero que hoy en día ha resultado: ha esclavizado a los seres humanos.
Me siento contento he despertado de esta pesadilla,
pero aunque haya despertado, sigo viviendo en ella,
no ha bastado con que dominen nuestra vida,
se han adueñado de nuestra mente, lo que suponía ser libre.
La estrategia inhumana ha sido perfecta, es para aplaudirse,
las sociedades nos odiamos, estamos divididos
venga la enajenación y el fanatismo, la desigualdad,
venga la pobreza, lucha política, económica, militar y religiosa.
Mientras nosotros estamos peleando por lo vano,
en el fondo, en lo perdido no están matando,
sigue la élite mundial diciendo como vamos a vivir y que comer,
seguir en el juego es firmar nuestra sentencia.
Yo como ser que ha sido incluido en el sistema de de la vida falsa,
no ha sido fácil zafarse de lo que por años se ha ido ejerciendo,
mi satisfacción es que ahora yo soy dueño de mis pensamientos, de mi mente.
Una mente libre es el peor enemigo de la red gobierno-iglesia-empresarial.
Quien quiera como sea, debe de haber una solución,
y es abrir los ojos y dejar el conformismo ante esta contaminación,
lo que quiero dejar en claro, que lo que llaman vida, no es vida: la riqueza no es vida.
Lo que pasa es que no quiero que me impongan un mundo, espero a ti tampoco.
Javier Valdivia
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